top of page

La Iglesia en una misión permanente: Reflexiones a partir de “Dilexi te”

La reciente exhortación apostólica “Dilexi te” del Papa León XIV nos invita a mirar el corazón del Evangelio con renovada claridad: el amor hacia los pobres no es una nota al pie de página de la fe cristiana, sino su columna vertebral. A través de esta exhortación, el Papa nos recuerda que la misión de la Iglesia nunca ha sido una tarea estática o esporádica, sino una vocación permanente de encarnarse en las periferias del mundo.


Un amor que interpela y transforma


“Dilexi te” nos lanza un desafío profundo: no podemos hablar de un Dios de amor sin hacer tangible ese amor en gestos concretos hacia los más vulnerables. El Papa León XIV señala que el amor de Cristo se encarna, ante todo, en el rostro de los pobres. Y esto implica que la Iglesia —y cada uno de nosotros— está llamada a una conversión diaria, un dejarse incomodar por las realidades de quienes sufren exclusión.


La novedad de este documento, en mi opinión, radica en su llamado a no separar nunca la fe de la justicia social. León XIV advierte con fuerza que una Iglesia que olvida a los pobres corre el riesgo de volverse irrelevante, atrapada en un discurso que no transforma.


Una misión que no se agota


Este llamado es, de alguna manera, una continuación natural de lo que hemos visto en el magisterio reciente: la Iglesia no está llamada a ser una institución de poder, sino un hospital de campaña en medio de un mundo herido. Como creyente y como autora comprometida con una visión personalista, veo en “Dilexi te” una confirmación de que la misión de la Iglesia es, en efecto, una misión que nunca se agota. “Dilexi te” nos recuerda que la opción por los pobres no es una moda pasajera ni una agenda ideológica, sino el núcleo mismo del Evangelio. Es un llamado a ver en cada rostro sufriente el rostro de Cristo, y a entender que la fe auténtica se mide en cómo amamos a quienes el mundo descarta.


Desde mi perspectiva, esta exhortación también es una invitación a revisar nuestras propias prioridades.


En un mundo donde a menudo medimos el éxito en términos de logros personales o reconocimiento, “Dilexi te” nos desafía a medir nuestra vida cristiana por la capacidad de servir, de acompañar y de ser solidarios con los que menos tienen.


Conclusión: Un Evangelio encarnado en la compasión


En definitiva, “Dilexi te” es un recordatorio de que la Iglesia está llamada a ser una comunidad que vive el Evangelio de forma encarnada, en la compasión y en la justicia. Como autora y como creyente, encuentro en esta exhortación una brújula clara para seguir construyendo una fe que no se queda en las palabras, sino que se hace vida en el servicio a los demás.

 
 
 

Comentarios


ALE DIENER - Positive Influencer

  • Facebook Ale Diener
  • Twitter Ale Diener
  • YouTube Ale Diener
  • Instagram Ale Diener

©2021 ALE DIENER Positive Influencer

Webdesign by MANAWAHolistik.com

bottom of page